lunes, 19 de julio de 2010

balidos

es una casa de madera. cruje.

desde la planta superior observo las estancias inferiores y pienso en lo inútiles que se han hecho algunas de ellas a la cotidianidad. se lo digo, le digo: oye, algún día podríamos desayunar en aquella cocina. también pienso en lo confortable que estaba hace mucho tiempo en aquella cocina y me pregunto por qué no desayuno en ella todos los días. pienso.

desde la planta superior observo las estancias inferiores. quiero ir allí. para llegar allí tengo que bajar por aquí y luego girar por allí. esta casa es muy alargada. planto el pié derecho en la escalera. la escalera empieza a vibrar. a temblar. a moverse. a serpentear. mareo. náuseas. quiero bajar. tiemblo.

desde los peldaños superiores observo los peldaños inferiores. la casa gira al estilo oz. un terremoto quizá. mejor un terremoto general que la casa en particular. tengo miedo de que les pase algo a ellas. no tengo tiempo de avisar. tengo que saber lo que pasa en la casa de madera. bajo.

desde los peldaños inferiores observo los peldaños superiores. cuando llego al jardín todo está en calma. les veo venir. risas. palabras. entonces era verdad. entonces era la casa. seguro que él tiene una solución. seguro que sabe cómo arreglarlo. ¡vamos, vamos! ¡me tienes que acompañar adentro! ¡tienes que repararlo! corro.

desde el jardín trasero observo el jardín frontal. una adolescente china. pero ¿qué hace aquí? ah, claro. intenta hablar con ella, pero ella no sabe chino. yo las acompaño. tampoco sé chino. la china le habla en inglés. ella no sabe inglés. la china no sabe español. yo puedo traducir. la china sonríe todo el rato. pero ella se pone nerviosa y dice muchas incoherencias. hablo.

desde los peldaños inferiores observo los peldaños superiores. ¿no lo ves? eso es lo que ha pasado. ¡la escalera, ha sido la escalera! él dice: no, no. esto se puede arreglar. no te preocupes tanto. lo entiendo. la china me pregunta una y otra vez dónde están ellas. ¡qué pesada! se lo he dicho tantas veces que no me acuerdo en absoluto de habérselo dicho. le he dicho: sí, sí. están allí. no te preocupes tanto. replico.

desde los peldaños superiores observo los peldaños inferiores. una manguera. va a ser imprescindible regar estas plantas. estas plantas forman un auténtico huerto. ¡y qué huerto! pásame el cabo de la manguera. yo lo riego mientras tanto. riego.

desde la planta superior observo las estancias inferiores y le digo: oye, algún día podríamos desayunar en aquella cocina. ¡me encantaba desayunar en aquella cocina! era tan soleada, tan aireada, tan escotada. digo.

es una casa de madera. muje.


2 comentarios:

la chica de las biscotelas dijo...

me encanta esta forma de escribir, es... no se...

total, que me encanta!

patata diezma dijo...

me alegra mucho! me da hasta un poco de rubor :) tengo que echarle un rato a tu blog, muchas cosas y poco tiempo.
gracias, de verdad!