cuando llego a casa y tú no estás me
pierdo entre los pliegues de la cama
vomito pensamientos inservibles en las
rendijas que perfila la persiana
desfilo ante las pálidas miradas del
olor que dejaste sobre la almohada
cuando llego a casa y tú no estás me
mezo entre las barbas del pijama
desgarro con cuidado el quicio del
sonido que dibujan tus pisadas
bailo alegremente al son de los aromas
edulcorados de la madrugada pasada.
cuando llego a casa y tú no estás
allano con mis pies las arrugas de tu espalda
convierto en vino la luz dorada de los
entes que asoman por la ventana
practico funambulismo sobre los cables
que proyecta tu límpida mirada.
cuando llego a casa y tú no estás,
contra todo pronóstico, estás.