sábado, 1 de octubre de 2011

vulcano

patata tenía un tremendo picor en la palma de su mano izquierda, ni si quiera miró, solamente rascaba y rascaba como si le fuera la vida en ello. poco después empezó a notar cómo la piel se iba rasgando, ahora tenía la palma de la mano muy rugosa. al tacto notaba unos pequeños bultitos bajo lo áspero que se podía notar a simple caricia.


un día notó cómo la piel empezaba a amontonarse alrededor de los bultitos formando pequeños volcanes en la palma de su mano izuierda. pensó en lo peligroso que podría ser llevar volcanes en las manos, pensó en lo difícil de afrontar la situación en que éstos entraran en erupción ante un movimiento brusco, pensó en lo poderosa que era ahora que tenía volcanes en la palma de su mano.


empezó a cuidar afanosamente de sus nuevos accidentes geológicos: en verano los cubría con sus dedos formando un microclima húmedo y oscuro y cuando iba a la playa los mecía suavemente sobre la superficie salada con el fin de refrescar su núcleo; extendía sus volcanes bajo la lluvia de otoño; los pasaba con cuidado sobre la nieve de invierno; los cubría de flores durante la primavera.


desde que patata tiene volcanes en la palma de su mano su vida ha cambiado mucho.


2 comentarios:

Helenaconh dijo...

Me encanta. Es preciosos.

patata diezma dijo...

gracias señorita H, gracias. lo mejor de todo esto es que los volcanes existen en la palma de mi mano, el domingo te los enseño :)