jueves, 16 de diciembre de 2010

¡callaos!

quería gritar y no pude. quería espetar ¡callaos! y la voz se me perdía en el hiato, justo en el sonido invisible que une las vocales. incompetente. intentando excusarme. inútilmente.


desistí. me hice la dura y salí a la palestra ante todas las interrogativas miradas de los presentes, explicando que mi voz es ronca y se me esconde en los hiatos. incomprendida. intentando consolarme. conmovida.


pero ellos no entendían lo difícil que es tragar saliva.

2 comentarios:

Jesús dijo...

Es bueno conservar (tener) la capacidad de emocionarse. ;-)

Helenaconh dijo...

es que tragar saliva es muy dificil, pero no todos son capaces