viernes, 27 de febrero de 2009

la vejez

Sí, me siento vieja y la verdad es que tengo algunos problemas relacionados con esta nueva condición mía:

En primer lugar señalo el hecho de que habiendo terminado una carrera y un máster con bastante premura sigo más o menos en el mismo punto que antes de todo eso. Lo cierto es que no se cómo tomármelo ahora que me doy cuenta de mi vejez.

En segundo lugar tengo algunas lagunas en cuanto a etiquetar mi tipo de piel ahora que soy vieja. Siempre tuve una piel que yo podía perfectamente etiquetar como grasa pero hace unos días comencé a darle vueltas a este problema; ninguna anciana puede de ningún modo continuar incluyendo su tipo de piel en esta genérica categoría. Se me cayó el mundo a los pies al dar con este irrefutable argumento de modo que sigo indagando sobre este punto sin obtener resultados satisfactorios, lo cual me acarrea tremendos dolores de cabeza.

En tercer lugar considero que mis relaciones interpersonales deberían tomar otro cariz teniendo en cuenta el respeto que toda persona mayor merece simplemente debido a formar parte de este grupo de edad. No se tampoco por dónde tirar cuando me topo con una cosa así y los dolores de cabeza se tornan realmente insoportables. Este aspecto requiere un gran esfuerzo por mi parte ya que al ser nueva en esto a veces no atino a comportarme como es debido creando un tremendo vacío en derredor.

En cuarto lugar está la cronología. No se si sabría diferenciar el momento en que toca hacer esto o aquello. Por ejemplo ¿en qué momento empiezo a recordar historias pasadas? o ¿cuándo ha llegado el día de levantarme a horas intempestivas como pueden ser las 6 o las 7 de la mañana para barrer la puerta de casa? No se, la verdad, no se.

Existen muchísmos problemas más relacionados con esta materia que no es el momento de escudriñar a fondo. Sería un foco de ansiedad excesivo para una sola aplicación ahora que soy vieja.

No hay comentarios: