jueves, 29 de abril de 2010

pulso

me llama desde allí, desde el final de la escalera. eso parece, al menos, que me llama. yo bajo con algo de mal humor porque presiento que no me va a gustar. me duele el pecho, dice. yo no sé qué decir. ¿un vaso de agua?, digo. no no, es sólo que me da miedo, quedaté.

mientras tanto en mi cabeza sigo dándole vueltas: mis reacciones son bastante lentas pero normalmente no me preocupa demasiado.

es mejor que no pienses mucho en ello, estas cosas pasan. lo que hay que hacer es no intentar controlarlo, dejar que pase por dónde tenga que pasar y sobre todo ser muy consciente de que no puede pasarte nada más que lo que te está pasando ahora. ya puedes irte, dice. yo no sé qué decir. si necesitas algo llama, digo. sí, me voy. subo la escalera con algo de mal humor porque presiento que no me va a gustar.

ya no me llama, ni desde el final de la escalera ni desde el principio. eso parece, al menos, que no me llama.

jueves, 22 de abril de 2010

y lo que pasa es que no creo que sea necesario repetir-lo


y lo que pasa es que creo que ya lo-hice